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Las pistas de la infidelidad

                                      

 Yo pensaba que si cometia eso  aumentaría aproximadamente 20kg. Cuando estaba por tomar el primer bocado de mi deliciosa torta de chocolate, sonó el teléfono rojo. Automáticamente pensé que algo pasaba ya que este hacía tres  años que no sonaba. Sin saber que decir y emocionado levanté el tubo. Era un nuevo cliente debido a que yo era detective.  Me necesitaba.

            Tenía voz  de extranjero y en el fondo se escuchaba la voz de un perro que ladraba furioso. Me pidió casi llorando que investigue a su mujer. Yo no me pedía negar.  Me dio unos lugares como la “Plaza de los Andes”, el boliche “Pinar de Rocha”, y el hotel “Perito Mercantil”y me dijo que por esos lugares seguro encontraría algo.  Le dije que me esperara en la puerta del colegio “Lola Mora”, a las 18:30 hs. de la tarde. Antes de colgar le pregunté su nombre. Era un nombre extraño como… Rudobro Scabechy.                                                                                           A la misma hora que yo le había dicho, nos encontramos. Yo vestido como un ciego y él como un alemán.

            Caminando por la plaza me parecía raro que no se separara de su perro. Cuando pasamos por la calesita, sentí algo como… el filo de un cuchillo que me rozaba la pierna. Al instante me di vuelta para ver qué era. Yo no vi nada pero, mi cliente estaba un poco agitado. Nervioso. Le pregunte qué  sucedía y él me contestó que nada. Pero el perro me ladraba y parecía que me quería decir algo.

            Nos tomamos un taxi hasta el hotel “Perito Mercantil”. Entramos en la recepción  y preguntamos si allí se alojaba una mujer rubia con un hombre adulto.  La señora Lucía Falda de Scabechy.  Nos contestaron que muchas personas pasan con esa descripción por allí.

Cuando salíamos escuchamos el sonido de una bala y luego sentí un leve frío en la pierna. Me miré y estaba sangrando. Automáticamente le pedí a Rudobro un pañuelo para poder vendarme  la herida. Me desmayé.

            Cuando me levanté había un hombre sentado de espaldas, no le pude ver la cara, le pedí auxilio y comenzó a reír.

                    Autor: Julieta salas - Facundo Pellasio

                

6 comentarios

Marlene -

july y facu su cuento me paresio interesante me parese que que esta hecho con el esfuerzo de cadauno de ustedes. la parte que mas me gusto la parte de suspenzo cuando le atrabiesala bala a el detective .


me encanto besos sigan hasi

Graciela Alvarez -

Muy lindo cuento.
Los felicito

Anónimo -

el cuento esta re bueno y todo bien

tomy -

este cuento me parecio muy bueno fesilitasiones!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!chau tomy

iara -

Juli tu cuento esta re bueno.
Un final que yo consideraría sería que Rudobro, este, loco, por perder a su mujer.
Luis empieza a consolar a Rudobro por lo que pasó.Se hacen buenos amigos y Luis convence a Rudobro de volver a conquistar a su mujer.
Todo funciona como lo pensado.
Espero que te guste mi idea de un final para tu cuento.

Micaela -

A nosotras nos parece que este cuento esta hecho con esfuerzo y dedicaciòn seguì esforsàndote
¡felicitaciones!